La actividad llevó por nombre Un cuento, un árbol; y consistió en distribuir a los estudiantes en las calles principales de la ciudad colocándose uno al lado de cada árbol y solicitando a los transeúntes el permiso para leerles un fragmento de la novela arriba citada. Una vez leído dicho fragmento, se le regaló el primer capítulo de la novela a cada persona que tuvo la amabilidad de escuchar, con el propósito de que llevaran a sus casas y lo compartieran con sus familias. De este modo, fueron distribuidos 1770 legajos, esperando impactar en el mismo número de familias.
La actividad fue coordinada por el Mtro. José Francisco Cobián Figueroa, profesor de la Preparatoria Regional de El Grullo y coordinador de la Sala de Lectura de esa misma dependencia universitaria.
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